La Ley de Blanqueo impulsada por Sergio Massa en agosto pasado y modificada en su reglamentación en enero fue bien recibida por el sector de la construcción y las cámaras inmobiliarias. Sin embargo, algunos expertos consideran que la recepción resultó ser fría por el contexto macroeconómico. Con todo, indican que la inversión en ladrillos es una buena opción a futuro como resguardo del patrimonio personal.
De acuerdo con el Colegio Único de Corredores Inmobiliarios de la Ciudad de Buenos Aires (CUCICBA), a través de esta prórroga que el titular del Palacio de Hacienda anunció en agosto y que se reconfiguró en su reglamentación en enero de este 2023, “no se podría afirmar cuál será la tipología que mejor desempeño vaya a tener, pero sí se puede decir que según nuestros cálculos, esta propuesta podrá generar alrededor de 30.000 operaciones en todo el país”.
En la primera etapa que duró hasta 90 días desde agosto el impuesto llegaba al 5%, pero expirada esa fecha se incrementaba a un 10% hasta el 23 de enero. Actualmente, es del 20%.
CONTEXTO
El presidente de la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU), Damián Tabakman, habló con El Constructor sobre las posibilidades de invertir en un contexto de alta incertidumbre y precios cambiantes. El especialista analizó las variables económicas, su impacto en el escenario de la construcción y la conveniencia sobre invertir o no en ladrillos.
“Hay varias ópticas posibles para responder que necesariamente no tiene una respuesta taxativa, sino que hay como varias facetas. Por un lado, Argentina arrastra una situación macroeconómica complicada donde hay variables que generan incertidumbre a la hora de invertir y que tienen a los inversores a la defensiva e incluso con muy poca inversión extranjera. Los inversores locales en su gran mayoría y con un mercado frío debido a la inflación, la brecha cambiaria, lo político y demás”, comenzó diciendo el especialista.
Además se refirió al contexto político como otra variable de influencia al momento de colocar el caudal personal. “A eso se le suma el año electoral que, para transacciones de bienes durables, suelen ser años malos porque la gente tiende a postergar las decisiones especulando con qué va a pasar. Muchos deciden después de las elecciones qué hacer”, destacó. Incluso, “hasta el año que viene si gana un gobierno que procure ordenar las principales variables macroeconómicas, el primer año no será un ‘mar de rosas’, a pesar de que haya un fuerte compromiso político para ajustar las variables. A esto se suma la deuda externa y la deuda interna…tenemos por delante un período que todavía se presenta con dificultades”, amplió.
Por otro lado, Tabakman afirmó que la ley impulsada por Massa fue un beneficio para el mercado de la construcción, pero agregó que tuvo resultados bastantes fríos. Dicho esto, efectivamente, “uno puede esperar un proceso de reordenamiento de las principales variables y las inversiones de este tipo no son de corto plazo. Las inversiones inmobiliarias son un posicionamiento pensando, como mínimo, en el mediano plazo. Cualquier edificio puede durar años y quien invierte tardar años en cosechar los frutos”, expresó.
Sobre la Ley de Blanqueo, dijo que comenzó siendo solo para la construcción, pero, a posteriori, hubo reclamos de otros sectores para que sea más amplia. Para Tabakman “se ofreció un menú de blanqueos que hizo perder potencia al que nos interesaba a nosotros, que era el de la construcción”.
“La verdad es que todavía, en este contexto de mar revuelto e incertidumbre, históricamente estamos en costos bajos medidos en términos de promedios históricos. Los salarios, de todas maneras, son los más bajos de la región. En Paraguay ganan más. La mano de obra es un componente importante de las obras en construcción, pero también los materiales. Algunos de ellos están bajos en sus promedios históricos. Eso hace que uno prefiera aprovechar este contexto de vacas flacas. Hay mucha gente apostando a esa inversión que podría llamarse contracíclica esperando que la economía rebote. Si eso sucede tendremos un 2024 o 2025 muy bueno. Por eso es una buena idea futura la inversión. Más allá de un contexto complicado, hay gente aprovechándolo para cuando todo mejore”, cerró el presidente del CEDU.
EL PROYECTO DE MASSA
A todo este escenario se suma el proyecto impulsado por el ministro de Economía en el Congreso titulado “Declaración Voluntaria del Ahorro Argentino no Exteriorizado” y que apunta a que se informe en el fisco tenencia de dinero en pesos o dólares en el exterior, como también “activos financieros, bienes inmuebles, bienes muebles y demás bienes en el país y/o en el exterior (incluyendo créditos)”.
De esta manera, se especificó que para las personas físicas que quieran realizar el sinceramiento antes del 31 de marzo la alícuota será de 2,5%, en tanto que quienes lo realicen entre el 1 de abril y el 30 de junio lo harán con un 5%. Finalmente, para quienes lo realicen entre el 1 de julio y el 30 de septiembre de este año será de 7,5%.
Sin embargo, el proyecto presenta una desventaja manifiesta: Juntos por el Cambio ya anunció que, si el Gobierno nacional no cede en impulsar el juicio contra los cuatro integrantes de la Corte Suprema de Justicia, no dará quórum a ningún debate y mucho menos votará una ley en el recinto.
La discusión es larga y recién en la segunda semana de febrero se supo que la Comisión de Juicio Político presidida por la diputada oficialista Carolina Gaillard aprobaba la investigación de las acusaciones contra los cuatro cortesanos. Mientras tanto, además de la “Declaración Voluntaria del Ahorro Argentino no Exteriorizado”, hay un paquete de 26 iniciativas que esperan ser tratadas. El período de extraordinarias se extendió hasta el 28 de febrero. El 1 de marzo sería la apertura de sesiones legislativas (al cierre de esta edición).
AHORRO EN LADRILLOS
Desde la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU) indicaron que los costos para construir, a pesar del contexto macroeconómico, son baratos y ofrecen una de las mejores formas de resguardo de patrimonios. De acuerdo con las estimaciones de la Cámara Argentina de la Construcción, los valores se ubican un 40% por debajo en comparación con el año 2017.
La plataforma digital Reporte Inmobiliario fue más específica e indicó en su último informe que el valor de un metro cuadrado se ubicó en USD 759. Estos precios están medidos para un edificio entre medianeras de ocho pisos más retiro sobre un lote de 8,70 metros de frente, compuesto por semipisos de dos ambientes.
La oportunidad, sin embargo, suele generarse para quienes tiene liquidez de dólares: son los que pueden aprovechar los ajustes de la moneda norteamericana a la baja para pagar más baratos los metros cuadrados.
AÑO POLÍTICO
Si bien la actividad registró un aumento del 3,5% durante el 2022, diciembre se mostró como el quinto mes de caída, situándose también en 3,5%. El balance interanual en comparación con el 2021 también fue en declive y marcó un 10,6% en rojo. Con todo, en 8 de los 12 meses del año, la construcción se mostró con números negativos con marzo como el estandarte (5%) en relación con febrero. Más allá de que en abril hubo un crecimiento, en agosto marcó el punto de partida del retroceso de la actividad.
Para el comienzo del 2023, como marcó Damián Tabakman, habrá una fuerte influencia del año eleccionario que impactará en la economía. El tributarista, contador y planificador fiscal Guillermo Poch le dio su mirada a este medio al respecto. En relación con cómo está viendo el comienzo del año en materia de inflación, aseguró que, “de alguna manera, puede ser que a estas alturas del año la inflación sea alta, pero también entiendo que van a tratar de contenerla sobre todo en un año de elecciones. La gente mira mucho la economía al momento de definir su voto”.
Por otro lado, el especialista hizo alusión al denominado “voto bolsillo” que suele imponerse cuando las gestiones se muestran magras a nivel económico. “Hasta tanto no esté consolidada una política de Estado, es decir, de variables que se tomen en conjunto desde la dirigencia política toda, el rumbo no está delineado. Argentina tiene que definir un rumbo y la dirigencia política en su totalidad con algunos matices tiene que determinar tener una moneda, por ejemplo. Y a partir de otras preguntas establecer una guía de ruta en la cual se contenga la inflación y la gente confíe en su moneda. Cuando la gente no confía en su moneda aparecen las devaluaciones”, consideró Poch respecto del rumbo que Sergio Massa le está dando a la economía.
Sobre si hay posibilidades de que la economía estalle, como pregona Juntos por el Cambio, Poch comentó que “no me gustaría que sucediese. Si ese fuese el contexto lo que hay que hacer es proponer ideas para que se eviten esas cuestiones. Si eso es interpretado por la dirigencia como una necesidad, si tuvieran que tomar una decisión, sería que le vaya bien a la ciudadanía porque en todo caso termina favoreciendo al político”, agregó. Y consideró que hay que realizar reformas en materia tributaria y, además, consolidar políticas de Estado que atraigan inversiones nacionales e internacionales.