La ley que mandó Sergio Massa al Congreso quedó trabada por la falta de acuerdo con la oposición, pero sigue en pie el plan destinado a la construcción o compra de casas y departamentos usados. Estiman que podría generar 30.000 operaciones en todo el país.
En el Ministerio de Economía tomaron nota de que el Congreso va a demorar la aprobación del nuevo blanqueo de capitales, un proyecto que quedó empantanado con todo el paquete de leyes que el Poder Ejecutivo envió para sesiones extraordinarias. La oposición ya dijo que no dará quórum mientras el oficialismo insista en iniciar un juicio político a la Corte Suprema. Frente a ello, en el equipo económico decidieron avanzar rápidamente con el único programa de exteriorización de capitales que quedó vigente a lo largo del 2023, que tiene por objetivo incentivar la actividad de la construcción, a partir de nuevos desarrollos urbanos.
Este programa fue ampliado en agosto del 2022 y está en marcha aún con baja participación. Privados estiman que se blanquearon unos u$s300 millones nada más. En una primera etapa de 90 días el impuesto a pagar era de 5%, en la segunda que expira el 23 de enero se paga 10% y luego se abonará 20%.
Frente a ello, en el Presupuesto 2023 se introdujeron un par de enmiendas para ampliar el abanico de destinos que podría tener el dinero exteriorizado. Una de ellas es permitir la compra de viviendas usadas para uso familiar o para alquiler. El otro es para que las pymes puedan importar insumos.
La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) reglamentó la primera de las opciones. Según explicó Sebastián Domínguez, de SDC Asesores Tributarios, tanto sea para uso particular o para rentar, el importe del inmueble no debe superar en dos veces y media el mínimo no imponible del Impuesto a los Bienes Personales.
“Dado que el mínimo no imponible para 2022 es $ $56.410.705,41, para las adquisiciones de 2023, el valor de los inmuebles no deberá superar $ 112.821.410,82. Al tipo de cambio oficial son inmuebles usados de aproximadamente u$s625.000, motivo por el cual gran parte de los que se comercialización en el mercado son elegibles”, señaló Domínguez. Si se toma el valor del blue serían unos u$s305.000.
De acuerdo con la reglamentación de la AFIP, publicada en el Boletín Oficial, los contribuyentes que exterioricen capitales tendrán tiempo hasta el 31 de diciembre de 2024 para concretar la compra de la vivienda.
Domínguez señaló que el nuevo proyecto de blanqueo que Economía mandó al Congreso para extraordinarias “ha, virtualmente, congelado la posibilidad de exteriorización de fondos en el blanqueo de la industria de la construcción”.
“Este virtual congelamiento es porque el anteproyecto que ha trascendido tiene un costo mucho más bajo y sin requisitos de posterior destino de los fondos exteriorizados. Habrá que esperar a ver si el Gobierno consigue el quorum para tratarlo y si el mismo es aprobado”, opinó el asesor tributario.
El Colegio Profesional Inmobiliario de la Ciudad de Buenos Aires (CUCICBA) afirmó que la reglamentación de la AFIP “es una noticia sumamente positiva para el mercado”. “Confiamos en que quienes tienen fondos para blanquear entiendan que se trata de una excelente iniciativa, con muy buenos parámetros a los que atenerse”, indicó la entidad.
El CUCICBA planteó que “no se podría afirmar cuál será la tipología que mejor desempeño vaya a tener, pero sí se puede decir que según nuestros cálculos, esta propuesta podrá generar alrededor de 30.000 operaciones en todo el país”. El incremento de operaciones estaría concentrado en la Ciudad de Buenos Aires “brindando mejora en la situación habitacional para muchísimas familias y trabajo a los profesionales inmobiliarios”, señaló el colegio profesional.
Por su lado, Damián Tabakman, presidente de la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU), consideró que al habilitarse la compra de viviendas usadas se afecta la aplicación a las nuevas construcciones, que era el motivo original de este blanqueo. No obstante indicó que a “está vigente el acuerdo de intercambio de información fiscal con los Estados Unidos y en este contexto la única opción de sinceramiento fiscal vigente hoy para quienes necesiten regularizar su situación es el blanqueo para invertir en proyectos de construcción o inmuebles usados”.
“Como opciones, hay desarrolladores de todo el país que tienen a disposición barrios cerrados y edificios en construcción que son aptos para comprar mediante este blanqueo. La inversión en inmuebles, desde siempre ha sido una forma de ahorro a largo plazo de los sectores medios”, sostuvo Tabakman.
Fuente: Carlos Lamiral para Ámbito Financiero